El amor de la muerte.

Tristemente yacía el joven echado sobre la verde hierva humedecida por el frió y nocturno roció, observando placidamente los resplandecientes destellos del cosmos, con la mente sumergida en el sopor de la noche. La blanca luna iluminaba refulgente, y la fría neblina comenzó a levantarse, y del oscuro bosque, surgió una misteriosa figura.


Una silueta femenina se dibujo en el blanco nocturno, centellantes luceros iluminaban aquel rostro, y la voz más hermosa del universo quebró el silencio. “ven conmigo”, dijo la extraña aparecida, al desconcertado joven que contemplaba la inquietante belleza de la misteriosa doncella. “ven conmigo”, repitió, “te necesito”. El muchacho se dirigió lentamente hacia ella, “no temas, camina en silencio junto a mí”, le indico la joven. Una vez que estuvo cerca, el muchacho vio que la bruma ocultaba tras su manto a la belleza inigualable de su compañera.

Caminaron en silencio por un bosque, un bosque extraño y misterioso, las criaturas que moraban en aquel paraje eran tan particulares que es imposibles describirlas. Tras la caminata, llegaron a una colina, allí la damicela rompió nuevamente el silencio: “no digas nada, mi nombre no importa, lo único que interesa es quienes somos… yo soy la muerte, y tú, eres a quien yo deseo entregarme eternamente, las tinieblas de la inexistencia nunca tocaran tu ser si estás conmigo, nuestro amor será inmortal, ya que ninguno de los dos podrá morir”…

Cementerio

Cementerio, nada más que,


Un tétrico, melancólico y hermoso lugar.

Inexorable palacio de verdades calladas por siempre,

Por aquellos que yacen plácidamente encerrados,

Dentro de sus claustrofóbicamente bellos

Y antiguos palacios del olvido.

Silenciosos los que allí moran,

Lamentándose tristemente,

Desdeñando el eterno descanso

De los que han finalizado ya su batalla.

Que egoísta de su parte,

El no dejar que los caídos descansen en paz,

Que egoísta el desear,

Que despierten de su infinitamente bello letargo.

¿Porqué no dejan que se deleiten,

Con el sabor de su sueño?

Para algunos, tan solo un lugar,

Un lugar donde dejar a los que ya no viven,

Un lugar sin sentido,

Solo un estante donde guardar,

Algo que ya no sirve,

Algo que ya no funciona,

Algo de lo que no se puede sacar más provecho,

Solo eso, el lugar donde ellos mismos,

Acabaran luego de que dejen de servir,

Cuando se conviertan en un estorbo.

Qué forma más horrible de pensar

En tan hermoso lugar.

Es sorprendente la magnificencia

Que envuelve aquel sitio.

Es la tierra del misterio,

El país de lo desconocido,

Lo desconocido por los vivos,

Para los que moramos ya sea tristes,

Gozosos o indiferentes,

Por esos estrechos pacillos,

Encajonados por paredes de cemento,

Madera, huesos, cadáveres,

Infinidad de cosas, de seres,

De sentimientos, de olvido.

Violinista.

Pobre y desdichado arlequín,


Tristemente tocando su violín,

El lúgubre lamento del silencio,

(Lagrimas… tristes lágrimas….)

El llanto que desgarra,

La eterna sinfonía del dolor,

El eco del sollozo, más lagrimas.

(Shhhh!!! Silencio, vacio, y silencio…)

Deja ya tu tétrico violín,

La melodía de tus lágrimas,

No hay nadie, silencio…

Deprimente y ensordecedor,

Triste lamento fantasmal.

(Pasos… silencio…)

Ah quedado el violín abandonado,

No hay nadie… soledad…

El arlequín no está, solo hay lagrimas.

Führer Vampir

El Lamento de la Ninfa.

Una solitaria ninfa, se mueve en silencio por el rió.


Dejando caer frías lagrimas sobre el agua,

Dejando oír sus sombríos lamentos.

Buscando consuelo en soledad,

Viendo su triste reflejo,

Dibujado en la lobreguez de las aguas.

Tiñendo el rió de dolor, manchándolo de tristeza

Su alma destrozada se proyecta, en sus brillantes ojos,

Profundas lagunas, oscuras, sin esperanzas, llenas de dolor.

Ella viste la mortaja del silencio,

Conduciendo su alma hacia el abismo,

Abandonando su antigua inocencia,

Dejando atrás, el mundo que la olvido.

El llanto del poeta.

Un balazo al corazón del poeta,


La sangre de su musa derramada,

El dolor de su alma en pena,

La muerte de su amada.

El romantico poeta se fue,

Solo dejo un lúgubre y vacio ser,

Que en terribles sueños ve a su amor,

Y sus tristes lagrimas siente llover.

Has perdido a tu bella musa,

Tu trágica poesía con ella se fue,

Ahora cava una tumba poeta,

Deposita allí a tu amada,

Y junto a ella abandona tus sueños.

Deja una oscura rosa sobre el manto de tierra,

Y ahora llora desconsolado poeta,

Porque tu musa ya se fue.

La Fuente de los Locos.

De esta fuente solo brotan lagrimas,


De esta fuente solo nace la tristeza,

Esta es la vieja fuente del loquero,

En esta fuente ellos dejan sus anhelos.



Esta es Lafuente de los sueños,

Esta es Lafuente del dolor,

Penosos los ojos que la observan

Angustiados su esplendor.



Aquí mueren sus delirios,

Aquí termina su terror,

Esta es la fuente de locos,

Es el triste recuerdo,

Que aun no murió.

Ofrenda Floral.

¿Por qué llevas flores a los muertos,


Que en gélidos panteones descansan?

Ellos no podrán contemplar desde su encierro

La belleza allí dejada, abandonada,

Resignadas a adornar,

El lúgubre lugar.

El crepúsculo llego,

La eterna noche se acerca,

Ahora, se resignan a sufrir.

Abandonando su hermosura.

Allí postradas sin salida.

Ahogando sus cuerpos,

En un océano de almas.

Pero siguen allí, en silencio,

Cumpliendo su injusta condena,

Custodiando, la pétrea imagen de un difunto,

Junto al cual, en permanente vigilia,

Verán pasar tristemente,

La destructora mano del tiempo.

Con sus cuerpos casi sin vida.

Soñando con su triste final.

Adornando lóbregos pasillos,

Dejando caer, lentamente sus pétalos,

Para finalmente, morir.

Sueño vampirico.

Anhelo poder sentir en mi cuerpo,

El rose de tu bella piel,

Suave y delicada como petalos de rosa,

Blanca y fría como la nieve.

Deseo en mi cuello sentir tu aliento,

Y mi sangre dejarte beber.

Extraño tus tiernos besos doncella,

Tu bella mirada, hermosa vampiresa,

El placer de tu cuerpo,

Y el misterio de tu ser.

 

Soledad Cósmica.

El Osario de Sedlec. "La Capilla de los huesos"

Historia: En el sigo XVIII, se descubrieron grandes depósitos de plata en Kutna Hora (rep. Checa). mucha gente llego a esta ciudad con el sueño de hacer fortuna excabando estos rincones, pero con la minería también llego una plaga que hizo estragos en la población, llenando el cementerio. como la capacidad de este era limitada, decidieron construir una capilla para almacenar los huesos. La idea no era tan descabellada hasta que a un monje se le ocurrió utilizar huesos de pelvis y cráneos para la decoración. El artista encargado de realizar esta magnifica obra fue Frantisek Rint, que completo este proyecto utilizando los huesos de mas de 40 000 personas.

Opinión: Personalmente considero a la Capilla Kostnice como también se la conoce, como una obra magnifica. Lo macabro de sus "esculturas oseas" crean un ambiente mágico y tenebroso. Para el común de la gente podría parecer un lugar tétrico y horripilante, pero para los que sabemos apreciar el arte nos llena de placer y regocijo poder contempla tan hermosa y a la vez particular expresión.